A tinta y mano
Cuando tienes que dejar las cosas bien claras al gobierno de turno.
El gobierno peruano ( sea quien esté a cargo de la administración) está ya acostumbradito a que cada vez el pueblo se levante y salga a las calles para demandar justicia y mejoras, usan la misma fórmula para silenciar y atemorizar, ya sea a una comunidad campesina, sindicatos de obreros o en este caso, la huelga de 52 largos días que va sosteniendo el sindicato de maestros, la SUTEP. Y es que para el gobierno de turno en cada reclamo están metidos los grupos terroristas, quienes camuflados en la huelga están haciendo y dirigiendo las manifestaciones.
Además los medios de comunicación comprados saltan con la intención de poner en contra a unos contra otros, con esa palabrita asesina que nos recuerda o quiere hacer creer que estos reclamos son lo mismo que las mil y una noches de apagones, desaparecidos y otros dolores que sigue atravesando el corazón de los millones de peruanos, para causar sentimientos encontrados y ponernos a discutir los unos contra los otros. Lo que se busca, una vez más, es silenciar nuestras opiniones y reflexiones sobre lo que está pasando en el sistema educativo en el país.
El gobierno actual cree que está para mandar, y si no les hacen caso, proceden a atemorizar. Piensan que con los sueldos miserables que viene remunerando al sector educación, salud, etc ¿las familias y los ciudadanos van a quedarse sin reclamar? ¿que sólo esperen la buena gana de los políticos para mejorar la vida de los ciudadanos? Amenazando como lo hace la Ministra de educación: " si no van a dictar clases serán suspendidos" "para el diálogo tenemos condiciones" "los aumentos serán en diciembre", ¿Creen que con esto los maestros y maestras van a parar el reclamo que están llevando?. Es doloroso ver esta situación que se repite siempre con cada gobierno de turno, el cuál va hasta los extremos de presión y atemorización. Reconozco que la lucha nos hace aún más fuertes y que un compañero y maestro de la zona rural de Cajamarca tan valiente como Kahel, tenga no solo que escribir en la pizarra para enseñar a sus estudiantes sino que, tenga que usar su propia mano y tinta para enseñar al mismo presidente qué significa ser un maestro en el Perú.
Es de valientes, y yo desde mi trinchera como activista por mejorar la educación en el país, aplaudo su coraje. Los maestros y maestras en el Perú alzan la voz, es tiempo que como ciudadanos nos comprometamos y nos sumemos también en la lucha.